Sobre mi

Mexicana, enamorada del mundo y  las nuevas culturas. Espero inspirarte a que tú también vivas la vida de tus sueños

Mi nombre es Anacris, soy mexicana y tengo 24 años. Desde que tengo memoria, he tenido un alma aventurera y un espíritu explorador. Desde 2017, he buscado maneras de viajar y descubrir nuevos lugares; hice un voluntariado en México y fui Au Pair en Estados Unidos.

Viajar por temporadas mientras cumplía con las etapas de lo que “debía hacer” ya no fue suficiente para mí, y por eso, este año decidí perseguir mi sueño de viajar por el mundo a tiempo completo. Metí mi vida y la “oficina” en una mochila y comencé esta aventura.

Irse de

voluntariado

En 2017, emprendí mi primer gran viaje. Estudié la preparatoria en un colegio lasallista, donde se promueven las misiones de Semana Santa. Después de mi primera misión, descubrí que me encantaba la aventura. Esta experiencia me sacó de mi burbuja y me hizo ver la realidad en la que viven millones de mexicanos. Entendí que salir de tu entorno habitual te transforma y que conocer tantas historias te hace crecer en todos los aspectos.

Cuando descubrí que existía la posibilidad de participar en misiones durante un año, me emocioné con la idea. Presenté todos mis documentos y fui aceptada en el programa. Siendo completamente honesta, tomé esta decisión por dos razones: la primera, posponer la universidad por un año, y la segunda, un deseo enorme de visitar lugares hermosos y disfrutar de las vistas extraordinarias de las montañas y barrancos de la sierra de Durango. Aunque el objetivo de este voluntariado era transmitir valores cristianos en las comunidades más remotas de la sierra y ayudarlas con algún proyecto que las beneficiara, no considero que realmente fuéramos de mucha ayuda y para mí, transmitir valores cristianos nunca fue lo que realmente me inspiró a hacer esto. Sin embargo, cada persona que conocí y cada lugar que visité me hicieron crecer enormemente en lo personal.

Aprendí a vivir con lo mínimo indispensable, a escuchar diferentes puntos de vista y conocí historias muy duras que contaban una realidad de mi país que nunca hubiera imaginado. Comprendí que cada persona es un mundo, y que ninguno es mejor que otro. Aprendí a valorar las culturas que, aunque estén dentro del mismo país, varían en cada región. Las costumbres y tradiciones me parecen algo hermoso porque te cuentan parte de la historia de cualquier lugar. Lo más valioso que descubrí es que existen puntos de encuentro incluso en los polos más opuestos.

Esta experiencia me enseñó que viajar es una herramienta de crecimiento personal y que, si abres tu mente y corazón a escuchar a quienes te rodean, todos pueden ser grandes maestros.

Vivir como

Au Pair

Cuando terminé el voluntariado en 2018, no pude aplazar más el deber ser y entré a la universidad. Me gradué con una licenciatura en educación. En mi último año, realicé mis prácticas profesionales dando clases de inglés. Amé cada segundo de ser maestra; los niños me hacían muy feliz y fue una excelente oportunidad para practicar mi inglés. Aunque disfrutaba dar clases, no me veía teniendo un trabajo “normal” y quedándome en mi ciudad. Buscando nuevamente aplazar la vida adulta, investigué cómo podía viajar y trabajar al mismo tiempo, y encontré el programa Au Pair.

Una Au Pair (o un Bro Pair) es una persona joven que va de intercambio a otro país y proporciona cuidado de niños a cambio de hospedaje, alimentos, transporte, algunos créditos educativos y un estipendio semanal. Los beneficios y reglas varían de país a país y de familia a familia. Puedes unirte a este programa a través de una agencia o por grupos de Facebook. Trabajas una parte del día, mientras que el resto del tiempo puedes explorar la ciudad o viajar a otras ciudades durante tus días libres. Muchas ex-Au Pairs coincidirán conmigo en que tu experiencia depende mucho de la suerte que tengas con la familia que elijas. Es una experiencia intensa, pero te permite conocer nuevos lugares ahorrando en hospedaje y alimentos.

Mi experiencia fue variada. El primer año estuve con una familia increíble que vivía entre dos ciudades de Wisconsin. Así pude experimentar la vida en una ciudad pequeña y mediana, además de que Chicago estaba muy cerca y podía escaparme seguido. Yo me fui con una agencia que acordaba con las familias que, como parte de mis beneficios, debían darme dos semanas de vacaciones cada año. Así pude viajar con mis amigas a Nueva York y Puerto Rico. Con ellos tuve una relación hermosa; nos queremos mucho y, hasta la fecha, somos buenos amigos.

Aunque nos llevábamos muy bien, yo quería vivir la experiencia de una ciudad grande. Después de un año con ellos, decidí mudarme a Chicago con otra familia. Amo Chicago, es una de mis ciudades favoritas. Conocí personas increíbles, había muchísimas cosas que hacer y siempre descubría algo nuevo de la ciudad. Me encantaba vivir ahí, pero con la nueva familia no me llevé bien. La transición fue muy difícil, así que decidí terminar mi contrato con ellos y regresar a México. No estaba muy segura de qué quería hacer, pero sabía que ya no quería seguir con el programa.

De México hacia el

mundo

Cuando regresé a mi ciudad, supe que no quería quedarme allí y que estaba lista para cumplir mi sueño de viajar por el mundo a tiempo completo. Empecé a seguir a muchos nómadas, viajeros y creadores de contenido; leí blogs, revistas y vi un montón de vídeos para inspirarme y aprender cómo hacer realidad este sueño. Durante esos meses, me dediqué a estudiar, aprender y decidir cómo lo iba a lograr, y descubrí muchísimas formas de ganar dinero por internet y maneras de viajar.

Decidí que si esto era algo que quería hacer a largo plazo, viajar despacio y darme tiempo para explorar a fondo era la mejor manera de hacerlo. Comencé haciendo voluntariados en México con World Packers en ciudades que siempre había querido conocer. Esto me dio un cierto sentido de seguridad para dar el salto de fe sin estar tan lejos de casa y, al mismo tiempo, me permitió entender cómo podía organizarme mientras viajo y trabajo.

Escribo y documento mis viajes en mis redes y este blog con el objetivo de compartir contigo mis consejos de viaje, itinerarios, guías, experiencias e inspirarte a que, si también quieres vivir viajando, encuentres ideas y sepas que realmente es posible.

A un par de meses de haber comenzado esta aventura, te puedo decir que la vida nómada trae consigo muchísimas cosas buenas. Aunque puede ser un camino intimidante, conocer a personas que hacen lo mismo y comparten sus experiencias te hace sentir acompañado. Este espacio es para compartir contigo todo lo que voy encontrando y aprendiendo de este estilo de vida, con sus altos y bajos, con completa honestidad.

Aquí te expongo mi visión del mundo, lo que pienso, lo que sé, lo que veo y algunas reflexiones sobre cómo ser un mejor ser humano, que es lo que me mantiene motivada. Te escribo sobre lo que me ha servido y los errores que he cometido para que tú no tengas que pasar por ellos. Te comparto mis guías, puntos de partida, recursos y cosas que me han sido útiles mientras viajo. Espero inspirarte a conocer el mundo y que sepas que esto también es posible para ti.

¡Gracias por estar aquí!

Anacris xxx

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